Esta chica insolente que ves aquí, te ama ♥ ************************************************************************ Veo tu sonrisa y te odio, te odio.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Llora silenciosamente, como se le ha hecho costumbre. Llora, como caso todos los días, en el parque, a unas dos o tres cuadras de su casa. Va allí como si ese lugar la hiciera feliz. Va allí como si las hojas secas que caen de los árboles le dieran algún consuelo, como si su color marrón opaco irradiara palabras de aliento; como si los pájaros que allí cantan, entonaran hermosas melodías sólo para ella; como si los niños que todos los días corren de un lado a otro, siendo perseguidos por sus padres, fueran a contagiarle esas enérgicas y verdaderamente alegres sonrisas.
Ha estado acudiendo a ese banquito, algo alejado de toda la multitud, por casi un mes; ha llorado por casi un mes en ese mismo lugar, casi, casi a la misma hora de siempre, y aún no ha ocurrido nada. Su corazón está roto y ella, sinceramente, duda que pueda repararse de alguna forma, ya no alberga ninguna esperanza de ello. Incluso, y cada vez de hace más frecuente, hay días en que ni siquiera sabe por qué llora; no sabe por qué sus lágrimas salen con tanta facilidad, por qué su pecho duele tanto. Y cree que, simple y llanamente, necesita llorar, sin ninguna justificación, sólo necesidad. Todos los días, o casi todos, va a aquél banquito, se sienta, suspira melancólicamente, y libera las lágrimas que rogaban por salir.
Y ya no quiere llorar más, en verdad quiere dejarlo, pero simplemente no puede, no puede hacerlo por más que lo intente con todas sus fuerzas. Pero no se puede evitar sufrir, es casi imposible. Porque si amas, sufres. Sencillo. Y la razón de su sufrimiento es él. Ese tipo que osó enamorarla perdidamente, que la sujetó con fuerza de sus brazos y que no la dejó ir. Y ella sabe que se enamoró de un tirano, de alguien a quien no le importan los demás, que sólo piensa en él y en lo que él quiere. Sus sollozos irradian agonía y melancolía, al recordar los primeros días, al recordar cómo era antes aquél que ahora casi no conocía. Cierra los ojos y ve a un chico de suaves cabellos negros resplandecientes, de piel clara y ojos miel. En su ilusión observa su sonrisa, tan inocente y llena de ternura, tan..., tan pura. Y se ve también a ella misma, ambos entrelazando sus manos, caminando hacia el futuro que esperan sea brillante y lleno de felicidad.

—Qué ingenuos —siempre se repite, mientras con un pañuelo floreado intenta ocultar el rastro de sus lágrimas.
Se levanta lentamente del banquito, guardando el pañuelo en un bolsillo de su abrigo. Se da cuenta que hace frío, ya están en invierno; abrocha su abrigo y comienza a caminar por los alrededores. Mientras mira cómo los alegres niños juegan, se pregunta cuántos inviernos ya han pasado desde aquéllas épocas felices, desde las sonrisas cómplices, los susurros de los ojos, los mágicos roces que producían tantas sensaciones en cada parte de sus cuerpos, los besos que emitían electricidad radiante, el amor. Suspira. Ya no sabe dónde quedaron, incluso esos días parecen una ilusión para ella, sólo eso. Mira al cielo y, de repente, una pequeña gota de agua cae justo en la punta de su respingada nariz.

—Lluvia —susurra a nada en particular. La lluvia le recuerda a su primera cita con él. Habían preparado todo, tenían pensado ir a ese mismo para poder hacer un picnic. En la televisión habían anunciado que estaría soleado y caluroso, sería un día perfecto; en cambio, a los pocos minutos de llegar al parque, había comenzado a llover y toda la comida se había arruinado. Habían corrido lo más rápido que podían hasta debajo de un gran árbol ubicado casi al centro del parque, junto a unos bancos. Y aun así, a pesar de todo eso, habían podido recoger un poco de comida y se la habían pasado, casi dos horas, debajo del árbol, siendo levemente mojados por las pequeñas gotas que sí lograban atravesar las abundantes hojas del imperioso árbol.
Y ahora esa misma lluvia la empapa en el mismo parque. Pero ella sigue caminando, no se da por vencida, no será más lastimada.
Él siempre la ignora, cuando llega a casa es como si ella no existiera. "Hola, adiós, gracias, buenas noches, buenos días" son casi las únicas palabras que comparten durante todo el día. Él ya no le cuenta qué hace en el trabajo, él ahora sólo trae el dinero y la comida a la casa y ella los gasta en los dos, así, simple. Y pensar que antes podían pasar dos o tres horas hablando animadamente de cualquier cosa, "—Hey, el clima está muy bonito hoy, ¿no crees? ¿Quieres ir a dar una vuelta? Hagamos cualquier cosa; compremos un helado, vayamos a las tiendas, cualquier cosa, pero quiero estar contigo", pero ya no, ahora sus charlas son frívolas, simples, casi sin palabras.
Ella todos los días se promete no llorar más por alguien así, por alguien como él. Y todos los días rompe su promesa, porque no importa qué haga, ella sigue amando a aquél hombre que todos los días la hace sufrir.

miércoles, 12 de octubre de 2011

No es que esté loca,es que escondo mi tristeza detrás de un puñado de risas,así me resulta todo más fácil.Y no,no es que no tenga problemas,o que las cosas no me afecten,es que yo las almaceno,las meto en una bolsa,y con cada risa,las intento enviar dentro,mas dentro, donde casi no las pueda ver,aunque..tiene un inconveniente,de vez en cuando la bolsa..explota.
 



 
 
Los recuerdos no están muertos;si recuerdas de repente determinados momentos del pasado es porque necesitas devolverles la vida de vez en cuando.Porque extrañas la sensación que tenías en aquel instante, porque quisieras inconscientemente volver a vivirlo,repetirlo una y otra vez.Puedes olvidar a alguien,pero nunca olvidarás lo que esa persona te hizo sentir.

sábado, 8 de octubre de 2011

¿Por qué no eres feliz así? Dime, ¿por qué razón no eres feliz?
Tienes todo. Una hermosa casa, una hermosa familia, dos hijos que te adoran y siempre te lo dicen. Tienes un esposo maravilloso que se preocupa mucho por ti y por tus hijos. Tienes a tus padres, que están enfermos, pero están, y te quieren, y tú también los quieres.
Entonces, dime la razón por la cual aún no eres feliz.
¿Acaso necesitas más dinero? ¿Es eso? ¿No, no es? Entonces, dime, ¿qué es? Dímelo, necesito saberlo, porque no te entiendo. No lo hago, no puedo si no me explicas qué demonios es lo que quieres.
¿Otra casa? ¿Más ropa, maquillaje? ¡Dime, y te lo daré!
¿Eh? ¿Escuché bien? ¿Quieres amor? Pero si ya tienes amor. Tienes personas que te aman, y que tú también amas, ¿entonces? Tienes a tu marido, que se nota que te ama. Te lo demuestra en cada palabra, en cada mirada, en cada suspiro, y cada roce, caricia, en cada beso, al igual que tus hijos.
Los tienes a ellos, ¿por qué no te conformas con ellos? ¿Cuál es la necesidad de querer más y más? Ya tienes todo, no sé qué más podrías tener.
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¿Por qué lo miras? ¿Qué hay en él que te hace mirarlo? Ya tienes a tu esposo, no lo mires a él.
¿Qué? ¿Que él te ama? Tu esposo también lo hace.
No, ¡no lo mires, porque él te devuelve la mirada! No lo mires con esos ojos, no le sonrías con esa sonrisa, no lo acaricies de esa forma, no, no, no. ¡No lo hagas, perderás todo lo que tenías!
¡Oh, no, lo hiciste! ¿Por qué? Tú eras feliz con tu esposo y tus hijos, ¿por qué ya no?
No, no, no.
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¿Que lo amas? ¿Y qué, sólo por eso vas a dejarlos?
¿Sólo por él vas a dejar a tu esposo, el que te amó desde siempre, y a tus hijos, los que seguirán amándote, y llorando por las noches al saber que te vas? ¿Sólo por ese hombre idiota, que te hace daño y que supuestamente amas? ¿Sólo por él?
¿Sólo por él vas a sacrificar toda la vida que había delante de ti, sólo por él tomarás un camino extraño, oscuro? ¿Sólo por él?
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Y lloras. Sí, llora tranquila, ya nadie te consolará. Fuiste egoísta y ahora estás pagando por todo lo que hiciste.
Él te dejó y tu ex-esposo jamás vino a calmarte, a darte consuelo... jamás. Y eso es lo justo, aunque te duela. Tú los trataste mal, a tu esposo, y a tus hijos, y ahora lloras.
Pero ¿sabes? Ellos te siguen amando, claro, jamás han dejado de hacerlo. Tu esposo aún huele las sabanas, porque tu olor quedó impregnado en ellas. Tus hijos aún miran tus fotografías de cuando aún estabas con ellos, sonriendo y abrazándolos y besándolos y dándoles amor.
Pero no vienen a consolarte. Quieren hacerlo, pero tienen miedo, ¿qué tal si los dejas solos nuevamente? Ellos en verdad prefieren no hacerse más esperanzas de que volverás.
Y lloras, sigues llorando. Él te dejó, ellos te dejaron, todo el mundo te dejó.
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Fuiste egoísta, siempre lo has sido. Siempre buscando la perfección, siempre encontrándole algo malo a todo. Siempre queriendo que todo sea como a ti te guste.
¿Y los demás, no importan? No, al parecer no.
Y ahora sigues siendo egoísta. Porque quieres que te consuelen, que calmen tu dolor, aun sabiendo que a ellos les dolió mucho más que a ti. Aunque sepas que aún duele y que siempre dolerá.
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Y caminas. Miras nuevamente atrás y están ellos, doblando por una esquina, sin siquiera darte una mirada.
Ellos se van por otro camino, distinto al tuyo. Tú lo quisiste así, no ellos. Ellos querían seguir junto a ti, pero tú los apartaste.
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¿Por qué el ser humano es tan egoísta? ¿Por qué la necesidad de serlo?
Siendo egoístas lo único que conseguimos es dañar.
Dañar a quienes amamos, a quienes no amamos.
Y aún más... lo peor que el egoísmo causa, es que nos dañamos a nosotros mismos.

martes, 4 de octubre de 2011

Los cuentos de hadas son bien ciertos,pero no porque nos digan que los dragones existen,sino porque nos dicen que podemos vencerlos.
- ¿Que haces?

- Me marcho.
- Parece que huyes.
- ¿Huir? ¿De qué?
- No sé si huyes buscando algo que deseas, o huyes dejando algo que te da miedo desear.


+ ¿Se me nota mucho?
-¿El qué? ¿Qué estás enamorada de él? ¿Qué te mueres por besar sus labios?¿Qué solo vives por él?¿Qué solo le miras a los ojos?¿Que cada vez que le ves se te dibuja un sonrisa en la cara?¿Qué solo quieres estar con él?¿Qué piensas que es lo mejor que te ha pasado?
Sí, se te nota.
-Olvídalos, olvidalos a todos. Vente conmigo allí donde nunca, nunca jamás tendras que preocuparte por cosas de mayores.
- Nunca, es muchisimo tiempo


lunes, 3 de octubre de 2011


¿Qué mirás? Sí, a vos te hablo. Te repito la pregunta porque al parecer no me escuchaste la primera vez: ¿qué mirás?
¿Nada? ¿De verdad? Bueno, yo no creo eso. No podés no mirar nada. No se puede.
Ah, ya sé. Seguro estás esperando que pase algo lindo, para así poder verlo ¿no? Bueno, dejame decirte que si seguís así no vas a ver nada lindo dentro de mucho, mucho tiempo, sino es que nunca. ¿Que por qué? Y bueno, si mirás tanto lo malo no vas a distinguir lo lindo. Sí, siempre mirás lo malo. Siempre mirás la sangre, los golpes, las quemaduras, los huesos, las discusiones, los enojos, las lágrimas. Sólo eso ves vos. Pero pará, ¿dónde mierda están las cosas buenas?  ¿Dónde carajo están las mariposas, las flores, las sonrisas, los besos, las caricias? ¿No hay? No me digas eso, por supuesto que hay, ¿cómo no va a haber? ¡Mirá, sí, ahí! ¿Ves a esa nena sonriendo porque su mamá le compró un globo? Bueno, eso es algo lindo y bueno. ¡Ah, mirá a ese nene gritando de alegría por haberle ganado a su papá en un partido de futbol! Eso también es bueno y lindo. Pero vos nunca te detenés a mirar esas cosas. Pareciera que no te importan.
Si serás boluda. En vez de ver para lo blanco, mirás para lo negro, y por eso crees que no hay anda bueno. Pero por eso, ¡porque mirás lo negro, imbécil! Si giraras tu maldita cabeza para el otro lado, tal vez podrías ver el puto color blanco.
Sí, dale, date la vuelta. ¿Ahora ves? ¿Todavía no? Uh, qué pelotuda me tocó, la verdad.
Mirá. Mirá más lejos. Mirá, observá, entendé lo que estás mirando. Vos en vez de pensar en todos los nacimientos que hay por día, pensas en las muertes. ¡Pero ya están muertos, no se puede hacer nada! ¡Dejá de joder, y mirá al que nació, que todavía tiene todo por vivir! Sí, ya sé que duele que alguien muera, pero bueno, se murió y no hay nada por hacer. Y si vos estás triste, hay gente que se contagia de tu tristeza, porque no les gusta verte triste, pero vos seguís y seguís; seguís caminando en una carretera sin final mirando para el suelo.

Te digo una cosa: ¡Mirá para adelante, que ahí está el final de esa larga carretera que estuviste recorriendo por dos putos meses! Levantá esa cabeza hueca que pareciera que tenés y mirá ahí adelante. ¿Ves algo ahí? Yo sí.
Yo veo personas que te quieren y no quieren verte así. Veo personas que se preocupan por vos y tus tonterías. Veo personas que pasaron por lo mismo que vos y ahora mirálas, están de lo más bien; recuerdan todo, pero saben sobrellevarlo. Veo personas que también tienen problemas, no como vos crees. Vos crees que sos la única con problemas; bueno, perdón por bajarte de tu trono pero no es así. No sos la única que sufre, así que cerrá la boca y entendé que la gente te quiere. Entendé que tenés que mirar para adelante, y vas a ver que las cosas se van poniendo cada vez mejor.
Sabé que en algún momento, tal vez mañana o tal vez dentro de diez años, te va a pasar algo similar. Vas a sufrir de vuelta. No hay nadie que se salve de sufrir, sabelo.
Así que aprendé ahora, para que cuando pase de nuevo ya vas a saber qué hacer.

Por Loca Demierda (Genevieve).

domingo, 2 de octubre de 2011


¿Sabes por qué no serás nunca tú? Porque... no me miraste fijamente, con descaro, como si no hubiera nada más
no te acercaste a mí, siempre estuviste en la sombra.

Porque por no hablar no me hablaste ni de lo loco que estaba el tiempo los últimos días. Porque fuiste un cobarde. Porque ni si quiera sabes de qué color son mis ojos, porque nunca te parecí interesante. Porque no me robase un beso más que en tu imaginación. Porque te rendiste antes de empezar a jugar.

Soy lo que lo soy, una mujer imperfecta, errante, tímida. Una mujer que está buscando algo, sabrá que es cuando lo encuentre, aunque quizás eso no llegue a ocurrir, quizás solo buscaba a un héroe con una armadura dorada que la protegiera de los demonios que la perseguían, quizás solo buscaba que la entendieran, que creyeran en ella y en sus sueños.
¿No te gusta tu cuerpo? ¿Querrías tener el de esa mina de acá a la vuelta? Bueno, tengo que decirte algo: esa mina me dijo que quisiera tener tú cuerpo ¿sabes? Sí, sí, escuchaste bien. Quiere tú cuerpo, no el de ella. Podrían cambiarlo, ¿no crees? No, no estaría bueno. ¿Que por qué no? Bueno, por eso, porque es tú cuerpo, no el de ella. Y el de ella es suyo, no tuyo.
Sí, bien cabrona salí. Pero bueno, la realidad es así: o queres lo que tenes o simplemente no lo queres y te jodés. Así que andate conformando con lo que tenes, sería lo más preferible a no tener nada, ¿o no? Bueno, por eso.
¿Sigue sin gustarte tu cuerpo? Cómo jodes.
¿No te gusta nada de él? ¿Segura? ¿Nada de nada, ni siquiera tus ojos? Ah, ¿eso sí? Ah, bueno, es algo al menos. Pero mirá, te voy a decir algo: Andate al baño, desnudate por completo y mirate al espejo, ¿qué ves? Algo que no te gusta, supongo.
Pero pará, esperá un momento, y seguí mirando. Mirá cada detalle de todo tu cuerpo.
Ahora imagínate ese mismo cuerpo, completamente cubierto de cicatrices, con golpes, quemaduras; todo lastimado. Después imaginate ese mismo cuerpo, pero esta vez imaginá que los huesos se te notan, que tus costillas parecieran querer desgarrar tu piel, que tus piernas no son más anchas que una rama, que tu cara es esquelética.
¿Lindo? No, para nada ¿no? ¿Querrías vos tener esos cuerpos? ¿No?
¿Cómo que preferís el tuyo? ¿No era que no lo querías? Ah, bueno, ahora sí. ¿Ves cómo cambias de opinión tan rápido? ¿Ves cómo, después de ver eso, querés más tu cuerpo?
Bueno, ahora te voy a decir una última cosa: hay personas que tienen esos cuerpo, creeme, y de verdad no les gustan. Y preferirían tener el tuyo. Sí, el tuyo, como esa mina.
Así que valorate, nena. Dejá de joder con esos cuerpos de la televisión: no existen. O son anoréxicos o tienen dietas que vos ni un día aguantarías.
Así que callate, sonreí y sé feliz.


Por Loca Demierda (Genevieve).

¿Qué es lo que la gente quiere? No sé. No sé qué mierda es lo que quieren. Quieren que seamos perfectos. Que no les digamos que no; siempre sí, sí, sí. Que actuemos como si no fuéramos nosotros. Quieren que seamos como ellos quieren que seamos.

¿Y ellos? ¿Qué hay de ellos? ¿Ellos pueden ser mierdas de personas, pero nosotros debemos ser perfectos? ¿Y si no, qué? ¿No nos van a querer más? No me importa.

¿Ves? La gente sólo mira al de adelante y al de atrás; pero jamás se ven ellos mismos.

Pueden estar lastimando a una persona, y sólo de fijan en sus defectos, y siguen lastimándola, aún peor. Son todos pelotudos. Incluso yo lo soy. Yo también me fijo en lo de los demás, y a mí me dejo aparte. Sí, todos somos egoístas. Unos egoístas de mierda, que sólo pensamos en nosotros mismos. Y no me vengas con que vos no; no me vengas diciendo que vos no te fijas en lo de los demás, porque sé que no es así.

Los humanos somos todos hijos de puta. Nadie se salva, aunque intenten decir que sí, que ellos son buenos y que aceptan todo como es. No, no mientan.

Sí, yo soy hija de puta, mirá cómo lo admito. Soy una tremenda hija de puta que se fija en los defectos de los otros y para ella los suyos no existen. ¿O me vas a decir que cuando, por ejemplo, pasa alguien feo por la calle, vos le tirás un piropo? No, ni ahí, dejá de joder.
Admitilo vos también, dejá de mentir, que acá no te sirve.
Pero habría que ser diferentes. No así, tan… tan… tan no sé qué. Tan malditos, tan hipócritas, tan egoístas. Tan materialistas, tan físicos.

Sí, el ser humano es muy físico. ¿Que me vas a decir que nunca te gustó el chico más lindo del colegio? ¿No? Sí, claro. Ni vos te lo crees. Si una persona no es linda, ni bola le das. Pero si está buena, uuh, le re das. Y ahí la gente “fea” se cree que es menos que los demás. Y no, no es así. Porque hay gente que es linda y son una mierda de persona, la verdad. Y hay gente, que tachan de fea, que tiene el re corazón y siempre está ahí para ayudar a los demás. Sí. Pero también hay gente “fea” que es una mierda y gente linda que es buena. Pero para saber quién es qué, primero conocé a la persona, después la tachas de lo que sea, ¿sí?

Y sí, gente, dejemos de ser tan boludos. Abramos los ojos y mirémonos en un espejo, después ahí hablamos de los demás. Sí, sí, ya sé, también va para mí.

Por Loca Demierda (Genevieve).

- Hola.
- Hola, quería un helado con sabor a...
hoy no quiero hablar con nadie.
-
¿Mediano o grande?
- Grande.
- Esto no es lo que le he pedido.
- Ya, es sabor a...
tienes una sonrisa muy bonita.

¿Recuerdas cuando eras pequeño y no querías comer? Te intentaban hacer creer que la cuchara con el puré de verduras era un avión. De hecho creían que lo único que le faltaba para ser verosímil era el sonido del motor. Y ahí les veías haciendo el BRRRRRRRR. Además te hacían responsable de la buena alimentación de toda tu familia: 'Esta por papá. Esta por mamá. Esta por la tita' O sea, tenías que comer tú por todos.¿O cuando para conseguir que nos durmiésemos se inventaron las nanas? La música era apropiada, pero fallaban en la letra, como ésa que decía: "Duérmete niño, duérmete ya, que viene el Coco y te comerá" Y tú pensado: "¿Cómo? ¿Que va a venir quién? Después de la información que me acabas de proporcionar ¿tú quieres que yo me duerma?" Así que te pasabas toda la noche con los ojos como platos, no fuera a ser que le diera por aparecer al maldito coco. Así al menos si venía te pillaba despierto. Y como conclusión, la frase con la que los padres ponían fin a todas nuestras preguntas: "Mamá ¿Por qué los chicos son tan raros?" Hija, cuando seas mayor lo entenderás. Pues también en eso nos mintieron. Porque querida mamá, yo ya soy mayor y sigo sin entenderlos.
No todas las personas son como las que muestra la televisión, No todos son bellos, no todos son blancos, no todos son rubios, ni de ojos celestes; No quieras comprar un mundo irreal, La realidad esta muy por fuera de todo eso, la realidad está en las calles, cuando vas por ahí, y vez a esa gente tan imperfecta , pero a su vez tan virtuosa talvéz. No todo es lo que vez, no todo es la apariencia. No te dejes llevar por tus ojos. Debes aprender a guiarte por lo que dice tu corazón, aprede a conocer lo bueno de las personas y no solo lo externo.Talvez una persona que nosotros vulgarmente la llamamos “fea” Talvez sea una persona pura y de buen corazón.Aprende a ver mas allá de todo, mas allá de lo fisico, de lo estetico.El mundo nos ha enseñado que todos somos diferentes, pero está en cada uno de nosotros, el saber que es lo bueno y que es lo malo.No critiques a las personas , ni juzgues sin conocer , espera y verás que serás sorprendido.

El miedo es algo que siempre está, está ahí rondando en la cabeza, y se compaña de los celos para hacerse notar, celos que destruyen, y distancian, que lo único que generan es MÁS miedo. ¿Miedo a qué? Eso es lo que todo el tiempo me pregunto cada vez que me doy cuenta de que vivo con miedos. Y.. miedo a perder lo que tengo. ¿Y que tenés pelotuda? Capás que una vez no tuve nada, puede ser sí, o capas que perdí lo que tuve, capás me desilucionaron tantas veces, capás me fallaron de forma que me quedé sin nada, pero hoy sí, hoy tengo todo lo que quiero para ser feliz. ¿Entonces cuál es el problema? El problema esta en que el miedo, no deja vivir, estanca... el miedo muchas veces, no deja crecer. El problema es que por él no disfruto como lo tendría que hacer de las personas, porque me dedico a vivir con miedo, y del miedo. Pero lo raro de todo esto esta en que, en realidad nunca tengo miedo, sólo en situaciones como las de ahora, cuando estoy aferrada a alguien, ¿cuántas veces me pasó esto en mí vida? Pocas y con personas que creí merecían la pena, pero de esta manera, ninguna. ¿Y qué hay de malo en aferrarse a alguien? Que la vida me enseñó siempre que nada es para siempre, que 'nunca' y 'siempre' son palabras cuyo significado es inexistente. Y que una vez que me aferro, me doy cuenta de que amo de tal forma alguien que daría lo que fuera por no dejarla ir 'NUNCA', lo que me contradice demasiado. Por eso es que no me aferro a las personas, no me gusta, siempre termino mal yo, por gente que me doy cuenta a la larga que no valía la pena, no en mi vida.. no acá, no así, porque en realidad todos valemos la pena de alguien. Lo peor está hoy... hoy que alguien se ganó ese amor incondicional sin que yo me diera cuenta, de a poco, alguien que me aferró a él, mostrandose tal cuál era, siendo el adelante mío, y sin mí. Siendo sincero por sobre todas las cosas, alguien a quien aprendí a conocer, que me mostró que no era igual a un monton de gente, alguien que supe que me amaba y lo demostraba cada día de mí vida, alguien de quien me enamoré, me enamore de él , de sus besos, de sus miradas, de sus abrazos, de sus gestos y de cada una de sus cosas...tanto así que llegué a decirle que lo iba a amar siempre, sin darme cuenta, sin notarlo, me aferré como nunca a alguien. ¿Que tiene de malo? Que me da MIEDO que la vida sea otra vez la misma hija de puta, que cada vez que algo pasa, es como si se me terminara el mundo.. porque fue demasiado tarde cuando me di cuenta que mi felicidad dependía de él, y me gusta.. Pero no me gustarií saber que mi felicidad se va con él, NUNCA.


Tener el control del juego es algo que no me va, te dejo la libertad de hacer conmigo lo que quieras, de quererme a tu manera.